TRICHURIASIS
La tricuriasis (tricurosis o tricocefalosis) es una enfermedad parasitaria causada por infestación del intestino grueso (mucosa superficial) por un parásito llamado Trichuris trichiura. La tricuriasis es una enfermedad común mundialmente, en especial en países con climas cálidos y húmedos. Los niños son los más afectados, al ingerir huevos de gusanos, los cuales se instalan en la pared del colon. El principal factor de riesgo corregible es la ingestión de huevos de suelos contaminados con heces. Con poca frecuencia se transmite ingeriendo vegetales, a menos que éstos estén contaminados con heces. El ciclo vital es de unos 3 meses.
Las infecciones leves son con frecuencia asintomáticas. Las más severas desarrollan diarrea sanguinolenta, que puede conllevar una anemia por deficiencia de hierro. Los casos más severos presentan prolapso rectal. Un examen de heces directo o con lugol revela la presencia de los característicos huevos del organismo.
La infección masiva con T. trichiura (tricocéfalo) puede producir:
Dolor abdominal.
Diarrea sanguinolenta o mucosa (disentería).
En niños puede haber prolapso rectal.
Anorexia.
Malnutrición.
Retraso en el crecimiento.
Déficit neurológicos.
El tratamiento oral con mebendazol por 3 días, por lo general, es suficiente en infecciones sintomáticas. Otros agentes antiparasíticos como el albendazol pueden ser usados como terapia alternativa. Con el tratamiento correcto se espera la recuperación total y sin secuelas del paciente. En casos crónicos y severos se tienen que corregir posibles complicaciones, como la deshidratación y la anemia. Con menos frecuencia se tiene que tratar un prolapso rectal.
Las infecciones leves son con frecuencia asintomáticas. Las más severas desarrollan diarrea sanguinolenta, que puede conllevar una anemia por deficiencia de hierro. Los casos más severos presentan prolapso rectal. Un examen de heces directo o con lugol revela la presencia de los característicos huevos del organismo.
La infección masiva con T. trichiura (tricocéfalo) puede producir:
Dolor abdominal.
Diarrea sanguinolenta o mucosa (disentería).
En niños puede haber prolapso rectal.
Anorexia.
Malnutrición.
Retraso en el crecimiento.
Déficit neurológicos.
El tratamiento oral con mebendazol por 3 días, por lo general, es suficiente en infecciones sintomáticas. Otros agentes antiparasíticos como el albendazol pueden ser usados como terapia alternativa. Con el tratamiento correcto se espera la recuperación total y sin secuelas del paciente. En casos crónicos y severos se tienen que corregir posibles complicaciones, como la deshidratación y la anemia. Con menos frecuencia se tiene que tratar un prolapso rectal.
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